Pintar un mural en la pared es una experiencia muy divertida y gratificante. Es una oportunidad para dejar volar nuestra creatividad e imprimir una huella en la pared que perdurará en el tiempo, además puede ser un desafío muy emocionante enfrentarse a las grandes escalas de los murales y al descubrimiento de nuevas técnicas para adaptarse a ese formato.
De la misma forma que existen multitud de estilos a la hora de pintar un mural también existen multitud de técnicas que podemos utilizar, y en cada una se utilizan diferentes materiales, así que vamos a intentar resumirlos en la medida de los posible en la siguiente lista:
- Murales con Pinceles:
Podemos usar pinceles, paletinas, o brochas de diferentes tamaños y grosores según apliquemos la pintura de manera más detallada o en espacios más amplios. Normalmente usaremos brochas de mayor tamaño en murales exteriores o de gran formato, y pinceles en murales interiores o de mucho detalle.
Nosotros solemos usar siempre brochas y pinceles de punta cuadrada plana, pero esto es una cuestión personal, las brochas redondas y los pinceles también son útiles en algunas ocasiones.
De la misma forma, usaremos pintura plástica de exterior en muros exteriores y pintura plástica de interior o acrílicos en murales interiores.
- Grafittis o aerosoles:
Son perfectos para murales exteriores, para paredes de grandes dimensiones y para conseguir efectos de degradados o capas transparentes. Son muy resistentes y duraderos, y aguantan muy bien las inclemencias climatológicas.
- Proyección:
Usaremos proyectores para transferir imágenes a la pared, normalmente elementos corporativos como logotipos, textos, etc. También son muy útiles en algunas composiciones grandes o complicadas. Facilita y agiliza el trabajo en muchas ocasiones.
- Técnica Mixta:
En la realización de murales pintados a mano es muy frecuente usar varias técnicas en un mismo proyecto, como acrílicos, rotuladores, espátulas, esponjas… según los efectos visuales que queramos conseguir.
